Gianni Carrera- Con los pies firmes en la tierra y la cabeza llena de sueños
- katharinaaronis
- 21 sept
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Esta vez les cuento la historia de Gianni Carrera, cantante y guitarrista de la banda I Dolci Signori. Gianni creció en Calabria y, hace 25 años, vino a Alemania para realizar su sueño musical. En la entrevista que me concedió, me habló sobre sus comienzos en su pueblo natal, Luzzi, de cómo construyó su carrera y de lo que lo ha influenciado profundamente. Es una historia que demuestra lo importante que es mantener los pies en la tierra, sin renunciar jamás a los propios sueños
Gianni, gracias por tomarte un momento para hablar conmigo sobre tu carrera. Has tenido gran éxito con tu banda I Dolci Signori en Alemania durante 25 años. ¿Por qué decidiste dejar Calabria?
Dejé Calabria porque estaba insatisfecho con mi actividad musical. No podía hacer música a nivel profesional. Mi hermano ya estaba en Alemania, así que pensé que podría mudarme con él por un tiempo y al mismo tiempo intentar iniciar una carrera musical. Durante los primeros meses trabajé en otros empleos y viajaba entre Calabria y Alemania. Con el tiempo, la música fue volviéndose cada vez más importante; empecé a tener más presentaciones y muy pronto conocí a los miembros de mi banda I Dolci Signori. Así fue como decidí quedarme aquí de forma permanente.
¿Cuándo comenzó tu amor por la música? ¿Qué influencia tuvo la música en tu infancia?
Mi madre siempre intentó convencerme de que comenzara con la música, pero yo no quería. Sin embargo, todos mis amigos estaban de algún modo relacionados con la música, y en el pueblo donde crecí había una banda de viento; era imposible escapar de la música. Entonces comencé a tocar trompeta y fliscorno en la orquesta del pueblo. Pero sentí verdadera pasión por la música cuando mi nonna Rosina, de la nada, simplemente me regaló una guitarra (ríe). Fue en ese momento cuando me di cuenta de que quería dedicarme a la música. Después, con mis amigos formamos una banda, pero solo por diversión, todavía no de forma profesional. Éramos muy curiosos, escuchábamos música de muchos artistas internacionales y tocábamos un estilo fusión, una mezcla de pop y jazz.
De arriba hacia abajo: Gianni en la escuela de luthería DeBonis, sus guitarras y amigos en Calabria
Muy pronto querías hacer música profesionalmente y fuiste al conservatorio de Cosenza…
Sí, quería estudiar guitarra, pero la admisión para guitarra en el conservatorio era muy limitada, ya que solo había 10 plazas y lo ideal era entrar con contactos, cosa que yo no tenía. Como también tocaba trompeta, me inscribí en ese estudio, pensando que luego podría cambiar a guitarra. Pero lamentablemente eso no funcionó. Así que completé los estudios teóricos de trompeta y después dejé para continuar con el estudio de guitarra de forma privada.
Pero solo tocar guitarra no era suficiente para ti, así que asististe a la renombrada escuela de fabricación de guitarras De Bonis…
Exactamente, pensé que si no puedo estudiar guitarra, ¡entonces las construiré! (ríe)
¿Era realmente ese tu modo de pensar?
Sí, ese fue realmente el pensamiento que tuve cuando empecé el aprendizaje como lutier. Pero también pronto me di cuenta de que tenía cierta habilidad para trabajar la madera, y así completé la formación. Tuve suerte, porque la escuela de guitarras no solo estaba en Bisignano, en el pueblo vecino, sino que también tenía muy buena reputación. La familia De Bonis es una familia de lutieres que ha transmitido este oficio de generación en generación durante más de 200 años.
¿Qué fue lo especial para ti de la escuela De Bonis?
Fue simplemente maravilloso asistir a esa escuela, especialmente porque nuestro maestro nos brindó mucho más que “solo” cómo construir guitarras. Mucho de lo que aprendí de él allí aún me ayuda hoy en diferentes situaciones de la vida. Así que diría que la escuela De Bonis fue para mí una época muy formativa.
En Alemania luego abriste un pequeño taller…
Sí, esta pasión permanece conmigo. Al mismo tiempo, también continué con la música. Pero después de un tiempo tuve que decidir entre la construcción de guitarras y la música, porque son dos profesiones muy diferentes. La construcción de guitarras es casi una actividad meditativa: te levantas temprano, escuchas música clásica, te concentras… Hacer música y dar conciertos, en cambio, es algo completamente distinto: tocas en distintos lugares, vuelves tarde a casa, a veces a las 2 o 3 de la madrugada. ¡Imagínate tener que levantarte temprano después de eso y concentrarte en construir instrumentos! Al menos yo, no pude hacer ambas cosas al mismo tiempo. Pero quién sabe, quizá algún día vuelva al lutier…
¿Por qué es especial el arte de fabricar guitarras? ¿Y por qué debería preservarse, en tu opinión?
La construcción de guitarras significa trabajar con las manos. Recuerdo que nuestro maestro en la escuela De Bonis estaba en contra del uso de cualquier tipo de máquinas y siempre decía: “¡Si es posible, ni siquiera debe usarse una lámpara!” (ríe) — es decir, que todo se haga sin electricidad si se puede. También nos hablaba principalmente en dialecto, no en italiano. Eso me ayudó a mantener la tradición y a hacer este trabajo como se hacía antes.
Tu éxito profesional en la música es innegable. Tocas como solista y eres parte de la banda I Dolci Signori. ¿Cuál es el secreto para permanecer con éxito en esta profesión durante 25 años?
Tuve la suerte de encontrar músicos que pensaban como yo, que tenían los mismos objetivos. Estábamos dispuestos a hacer tanto música propia como versiones (covers), para descubrir qué le gustaba más al público. También tuvimos la suerte de hacer dos musicales. Pero sobre todo, siempre nos mantuvimos con los dos pies en la tierra. Esta profesión te puede hacer creer rápidamente que eres visto como una “estrella”. Pero si quieres perdurar, tienes que abordarla como un trabajo, como un oficio, y concentrarte en la música.
Impresiones de I DOLCI SIGNORI desde sus inicios, hace 25 años, hasta hoy
Además de la banda, compones música propia, como por ejemplo en tu álbum Armonia. ¿De qué trata ese álbum?
El título se refiere a la armonía que llevamos dentro. A menudo buscamos la armonía fuera de nosotros, pero en realidad está mucho más cerca de lo que pensamos
También estás trabajando en un nuevo álbum. ¿Dónde encuentras la inspiración?
Seguramente en Calabria. Cuando estoy en Alemania, me concentro más en covers y música en vivo. Pero cuando estoy en Calabria, la creatividad para cosas nuevas surge por sí sola.
¿Cómo describirías Calabria a una persona que nunca ha estado allí?
Calabria te da tranquilidad, paz y armonía. Y eso no es poco. Son todas las cosas que hoy todos buscamos, en un mundo en el que todo gira alrededor del dinero. A menudo tratas de ganar dinero para alcanzar la armonía, pero la armonía y la paz no se pueden comprar con ningún dinero. Vas a Calabria, y encuentras todo lo que buscas — gratis.
¿Cuáles son tus planes para el futuro?
Ahora pienso que he pasado suficientes años en un país extranjero que no es el mío. Llevo ya 25 años en Alemania. Mucho tiempo, muy hermoso y muy educativo, pero sinceramente, en algún momento me gustaría volver a mi tierra natal. Tal vez no de inmediato. Mi pareja y yo estamos pensando cómo podremos manejar en el futuro el equilibrio entre Alemania y Calabria, estamos en una fase de transición
¿Y en esta fase de transición hay también un nuevo álbum?
Sí, si en Italia tenemos tranquilidad, entonces deberíamos aprovecharla — tanto para el álbum como para la construcción de guitarras.
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